La re-boda

El segundo día andábamos por Las Vegas a la hora en la que la gente se acostaba (sobre las 6h, es lo que tiene el cambio horario). Fuimos de hotel en hotel para ir chafardeando las instalaciones: una vez visto un casino por dentro, todos son parecidos. Por fuera obviamente no tienen nada que ver los unos con los otros.
Descubrimos que en varios puedes ir de uno a otro sin salir a la calle (cosa que es de agradecer porque el sol abrasa). En otros sales a la calle pero son tan amables que ponen escaleras o rampas mecanicas para que no te canses.

Nos encantó el Belaggio, de todos es el que por dentro cambia notablemente. El París no está nada mal tampoco, pero allí íbamos a una cosa que teníamos clara desde antes de salir de Barcelona: el buffet. Nos lo recomendaron la semana antes de salir de viaje, con una advertencia acerca de los postres: ¡son irresistibles! Y es verdad, la comida está bien pero los postres mejor .

Cansados de caminar por Las Vegas fuimos al hotel a buscar información y una chica majísima nos montó en un momento una boda (nosotros currándonoslo durante un año y ella con una llamada lo arregló todo). Nos cambiamos de ropa, nos arreglamos y nos re-casamos. Si, con su Elvis incluído (era el único requisito), mi velo y las gafas doradas que nos regalaron el día de nuestra boda y con una limousine que nos recogió y nos devolvió al hotel.

Fuimos a hacernos un super reportaje de recién casados al famos o cartel de “WELCOME TO LAS VEGAS” y volvimos al hotel para ver el espectaculo KA del Cirque du Soleil. Solo puedo decir una cosa: precioso. Estábamos más dormidos que despiertos pero es increíble: los actores, el montaje, el escenario, el maquillaje… todo. Nos encantó.

PD: Familia, amigos, queridos todos: HACED EL FAVOR DE COMENTAR LAS ENTRADAS!!! Así no hay quién sepa si sabéis que estamos bien.

PD2: Gracias Miguel, eres el más sensato de todos y siempre comentas.