viernes, 26 de noviembre de 2010

De como decidimos el lugar...

Teníamos clarísimo, desde el primer momento que no nos casaríamos en un hotel o restaurante cerrado. No queríamos una boda sonsaina en el típico restaurante de la zona (es lo que tiene trabajar en el tema: acabas conociendo los sitios y el que no te disgusta por la comida, te disgusta por el trato, o por la luz, la música...).
Queríamos que fuera lo más cerca posible para evitar que la gente cogiera el coche después de la celebración y decidimos ir a probar suerte a la Masia Cabanyes... Cuando se lo dijimos a algunos nos miraron horrorizados: ¡¡¿¿EN UNA MASIA DONDE SE HACEN BARBACOAS??!! Pero lejos estaban de saber que los jardines y el interior son preciosos y qué hacer una boda con cátering no significa comer tortilla de patatas y croquetas congeladas.

En fin, que justo el día que íbamos a reservar nos comentan que hay un "pequeño" inconveniente: si llueve no teníamos donde meternos ya que la sala interior estaba en obras. Nos ofrecían como mucho, la posibilidad de contratar una carpa, pero estaba claro que no nos íbamos a esperar a la semana de la boda para ver si hacía buen día o no ¿verdad?.
Total, que estábamos como antes o peor: los sitios que nos gustaban de nuestra zona salían completamente de nuestro presupuesto.
Finalmente, Maribel del cátering, nos ofreció la posibilidad de visitar el Castell de Sant Martí Sarroca.
 Fuimos Joan y yo un domingo a cotillear y en el momento en que entramos por la puerta supimos que era el sitio ideal: su patio para el aperitivo, su sala para comer, su bodega para el baile.... ¡PER-FEC-TO!.
¿Y qué puedo decir de la Iglesia?...¡Ay! Si es que cuando entramos a visitarla y la vi tan pequeñita, tan antigua, tan boniiiita supe que esa era MI Iglesia y supongo que mi cara lo dijo todo porque Joan cedió (siiii!).
Así que como un cuento nos casamos en una Iglesia del s.XXII y lo celebramos en un castillo (como toda buena princesa).
PD: Debo decir, por si a alguien le entraran ganas de casarse en el mismo lugar, que para mí, mi boda fue perfecta en todos los aspectos, pero a día de hoy gracias al trato recibido por la persona que regenta el lugar no lo recomendaría. Me sabe mal, porque considero que el sitio es precioso pero no nos trataron adecuadamente, nos prohibieron hacer muchas cosas que nos habría gustado e incluso nos amenazó en alguna ocasión haciéndonos creer que daría la nota el día de la boda si no cumplíamos con sus órdenes.
PD2: HOY, ¡hace cinco meses que nos casamos!
PD3: Esta entrada está programada (como casi todas las que hablan de la boda).

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