Hoy no hablo de bodas, ni despedidas, ni preparativos (que estamos ya "estresaus" y tenemos que pensar en otras cosas).
Nuestro primer viaje juntos fue a Girona. Nos alojamos en un hotel rural muy bonito, pequeño... La primera noche nos sentamos a cenar en el comedor y en la misma mesa se instaló una pareja con un niño y una niña (esto de compartir mesa debe ser habitual...).
En medio de la cena, la niña (de unos 4 o 5 años) dice: "mama, tengo caca".... Obviamente nosotros hicimos como que no la oíamos... ¡Y la madre también! Cinco minutos después repite: "mama tengo caca..." La madre se digna a contestar y le dice: "Espera que acabemos de cenar que el lavabo está fuera". Cinco minutos más tarde oímos un sonoro, inoloro (menos mal) y sorprendente "pedete" de la niña. La madre se giró y le dijo: "¡Ariadnaaaa, por favor!" Eso si, se dignó a llevar a su hija al baño (después de aderezarnos la cena).
Lo más curioso es que durante ese fin de semana fuéramos donde fuéramos estaban ellos (incluso en el restaurante donde comimos cuando fuimos a visitar Besalú) y la niña quedó bautizada como "la niña tira-pets" (pobrecilla, es de esos recuerdos que tienes toda la vida!).
Dejo un link de la serie "La pecera de Eva" que ayer nos recordó a nuestra "amiga".
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